Por: Dr. Virgilio M. Malagón Álvarez, PhD
virgiliomalagonalvarez@gmail.com
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Para «El Mundo de los Negocios» y demás Multimedios de The Ballester Business & Media Group, Inc.
Amigo Lector: Por considerarlo vital, para nuestra economía, les presento estas reflexiones sobre los esquemas tarifarios y como éstos afectan el desempeño económico de NUESTRO país.
NOTA 1.:Un arancel es un impuesto o gravamen específico sobre las importaciones o exportaciones, mientras que una tarifa es un precio fijado por un servicio público o privado. Sin embargo, hoy día se denominan Aranceles Tarifarios (ATs) por su dinámica de aplicación, furtiva y medalaganarias.
I-PREÁMBULO:
Este tema es fascinante e importante. Los ATs son parte fundamental de la política comercial moderna y su impacto se extiende a diversos sectores económicos. De ahí que debo tratar de introducir este tema lo más sencillo posible, veamos:
1. Entendiendo los Aranceles Tarifarios (ATs) : ¿Qué son y de dónde provienen?
Comencemos con lo básico: los ATs son impuestos que se aplican a los bienes importados. Históricamente, se utilizan para proteger las industrias nacionales y generar ingresos públicos. Además, su aplicación conlleva enfoques fiscales muy dinámicos y regresivos. Además, que están soportados por esquemas muy “medalaganarios” y anodinos.
2. Su conexión con variables económicas clave.
Un ATs no existe de forma aislada; interactúa con los tipos de cambio, la inflación, el empleo y el crecimiento económico. Para los países que dependen de las exportaciones, los ATs pueden reducir la competitividad de sus productos en los mercados extranjeros. El aumento de los éstos suele provocar guerras comerciales, lo que afecta las inversiones empresariales y los precios al consumidor.
3. El panorama económico singular de la República Dominicana
La economía de nuestro país está estrechamente vinculada a las exportaciones, el turismo, la deuda externa y las remesas enviadas por sus ciudadanos que trabajan en el extranjero. Las políticas arancelarias/tarifarias influyen en la competitividad de las exportaciones dominicanas a nivel mundial, mientras que las remesas ayudan a estabilizar los ingresos de los hogares, especialmente cuando las industrias locales enfrentan desafíos. De ahí que podríamos plantearnos varias interrogantes: ¿Qué opciones tiene la República Dominicana?; ¿Deberían los responsables políticos promover reducciones arancelarias para impulsar las exportaciones?; ¿Deberían centrarse en protecciones arancelarias y/o tarifarias estratégicas, para industrias clave? Sin embargo creo pertinente hacer antes pequeñas puntualizaciones:
II-CIFRAS IMPACTANTES LIGADAS A ESTOS ESQUEMAS
1-El panorama comercial (2024): La República Dominicana exportó bienes por un valor de US$13.08 mil millones e importó US$7.5 mil millones, dando un saldo positivo de US$5.58 mil millones
a)-Principales Socios de Exportación: Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las exportaciones dominicanas, representando más del 50% del comercio total.
b)-Principales Socios de Importación: Estados Unidos lidera las importaciones, seguido de China, Venezuela, Colombia, México y Haití.
2-Tasas Arancelarias: Los aranceles varían del 0% al 99%, según la categoría del producto. Bajo el CAFTA-DR, la mayoría de las exportaciones estadounidenses entran libres de aranceles, mientras que otras se encuentran en proceso de eliminación gradual. Ciertos bienes importados, como vehículos, perfumes y bebidas alcohólicas, están sujetos a un impuesto especial que oscila entre el 15% y el 60%.
III-IMPACTO SECTORIAL
Los aranceles tarifarios tienen un impacto significativo en las empresas locales de la República Dominicana, en particular en las dedicadas a la exportación y la manufactura. A continuación, se presentan algunos efectos clave:
1-Retos del sector minero: La propuesta de imponer un arancel del 10% a las exportaciones dominicanas a EE. UU. podría perturbar la industria minera, incrementando los costos de minerales como el oro, el ferroníquel y el cobre. Esto podría debilitar los ingresos de divisas y obligar a las empresas a buscar mercados alternativos.
2-Ajustes en la manufactura: Algunas empresas, están expandiendo sus operaciones en la República Dominicana para contrarrestar los aranceles impuestos por EE. UU. Están aprovechando las zonas francas para mantener la rentabilidad y evitar aranceles adicionales.
3-Competitividad exportadora: El aumento de los aranceles puede encarecer los productos dominicanos en mercados clave, lo que reduce la demanda. La Cámara de Comercio Americana de la República Dominicana (AmchamDR) ha advertido que estos aranceles podrían afectar negativamente las exportaciones, en particular a EE. UU., que representa el 53.5% de las exportaciones dominicanas.
4-Posibles cambios económicos: Algunos expertos creen que los aranceles podrían redirigir las inversiones a la República Dominicana, ya que las empresas buscan alternativas a mercados, con costos más altos, como es el caso de México y Canadá. Esto podría generar nuevas oportunidades para las industrias locales.
IV-ESTRATEGIAS VIABLES DE RESILENCIA Y EXPANSIÓN
La República Dominicana, ante la impronta estadounidense, de aplicar aranceles tarifarios, puede accionar, estratégicamente, el actual esquema arancelario para minimizar los impactos negativos e incluso encontrar oportunidades de crecimiento. A continuación, se presentan algunos enfoques clave:
1-Aprovechamiento de las Zonas Francas: A pesar del arancel del 10% sobre las exportaciones dominicanas a EE. UU., las empresas que operan dentro de las zonas francas aún pueden beneficiarse de incentivos fiscales y costos reducidos, lo que aumenta la competitividad de sus exportaciones. Las empresas dominicanas que operan en zonas francas pueden beneficiarse de exenciones fiscales y menores costos operativos. Estas zonas permiten a los fabricantes producir bienes a precios competitivos, absorbiendo parte del impacto arancelario y manteniendo la rentabilidad.
En otras palabras, ampliar la capacidad de manufactura en las zonas francas para aprovechar las importaciones libres de aranceles y una logística optimizada.
2-Ventaja de la deslocalización: Con la imposición de aranceles más altos por parte de EE. UU. a otros países, los fabricantes dominicanos podrían atraer nuevos negocios de empresas que buscan reubicar la producción más cerca del mercado estadounidense. A medida que las empresas estadounidenses buscan alternativas de nearshoring para contrarrestar el aumento de aranceles sobre productos de China y otras regiones, la República Dominicana puede posicionarse como un atractivo centro de manufactura. El fortalecimiento de la infraestructura, la eficiencia regulatoria y la capacitación de la fuerza laboral pueden ayudar a atraer más inversión extranjera.
Además, fomentar la inversión extranjera en industrias que se benefician de la producción libre de aranceles, como textiles, dispositivos médicos y electrónica.
Sin embargo, se debe procurar un Diálogo, con representantes comerciales de EE. UU, para promover exenciones o reducciones arancelarias en exportaciones dominicanas clave.
3-Aprovechar el acuerdo DR-CAFTA para negociar condiciones preferenciales, asegurando que las empresas dominicanas se mantengan competitivas:
El gobierno dominicano podría impulsar exenciones o reducciones arancelarias bajo el DR-CAFTA, argumentando que los nuevos aranceles contradicen el espíritu del acuerdo. El gobierno dominicano puede entablar conversaciones con funcionarios estadounidenses para obtener exenciones arancelarias para industrias críticas o negociar un trato preferencial para las exportaciones dominicanas.
Es de VITAL importancia destacar los beneficios económicos mutuos que puede fomentar la reducción arancelaria.
En adición, debemos promocionar a la República Dominicana como un centro de manufactura nearshoring para empresas estadounidenses que buscan alternativas a Asia.
Invertir en infraestructura y capacitación laboral para atraer a empresas estadounidenses que buscan soluciones de producción rentables.
NOTA 2.: El concepto de “nearshoring” o Deslocalización Cercana, implica que la deslocalización se produce cuando una empresa traslada partes de su negocio, como la fabricación o los servicios, a un país cercano en lugar de a uno lejano. La idea es reducir costos y, al mismo tiempo, mantener las operaciones lo suficientemente cerca para facilitar la comunicación, agilizar las entregas y mejorar la integración cultural. El concepto existe desde hace décadas, pero cobró impulso en la década de 1960, especialmente con el traslado de la producción a México por parte de empresas estadounidenses. Más recientemente, la deslocalización cercana se ha vuelto aún más popular debido a eventos globales como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las interrupciones en la cadena de suministro a causa de la COVID-19 y la necesidad de una logística más fiable.
4-Diversificación de los Mercados de Exportación: Reducir la dependencia de EE. UU. mediante la expansión de las relaciones comerciales con Europa, Latinoamérica y Asia podría ayudar a mitigar los riesgos asociados con los cambios arancelarios en EE. UU. El fortalecimiento de los acuerdos comerciales y la mejora de las relaciones diplomáticas con estas regiones pueden generar nuevas oportunidades.
5-Absorber los costos arancelarios estratégicamente: Algunos exportadores dominicanos podrían necesitar ajustar sus modelos de precios para absorber parte del arancel, asegurando así una demanda continua de los compradores estadounidenses.
Las empresas pueden ajustar sus modelos de precios para garantizar así su competitividad en el mercado estadounidense.
Algunas empresas también pueden explorar fuentes alternativas de abastecimiento de materias primas para reducir los costos de producción y mantener los márgenes de ganancia.
V-EPÍLOGO:
En resumen, Amigo Lector, los aranceles desempeñan un papel crucial en la configuración de la economía de la República Dominicana, influyendo en el comercio, la deuda y las remesas de ciudadanos en el extranjero.
Históricamente utilizadas como herramientas para el proteccionismo y la generación de ingresos, las políticas arancelarias modernas interactúan con variables económicas como la inflación, los tipos de cambio y la competitividad exportadora.
En la República Dominicana, donde más del 50% de las exportaciones se destinan a Estados Unidos, las fluctuaciones arancelarias pueden afectar directamente a industrias como la minería y la manufactura.
Las empresas han tenido que adaptarse, ya sea utilizando zonas francas para minimizar costos o buscando mercados alternativos. Mientras tanto, las remesas siguen siendo un sustento económico vital, compensando los desequilibrios comerciales y brindando estabilidad a los hogares.
De cara al futuro, los responsables políticos deben sopesar los beneficios de reducir los aranceles para impulsar las exportaciones frente a los riesgos de una mayor dependencia de las remesas y la deuda externa. Un enfoque equilibrado podría fomentar relaciones comerciales más sólidas y, al mismo tiempo, proteger las industrias nacionales, asegurar mercados de abastos y tecnológicos.