En un acto cargado de esperanza y significado comunitario, la Fundación AES Dominicana entregó formalmente una nueva Escuela de Música al Cuerpo de Bomberos del municipio de Guerra, marcando un hito en el fortalecimiento de la cultura y el desarrollo humano en esta localidad del este dominicano.
La iniciativa, parte del programa de inversión social de la fundación, busca convertirse en una herramienta de transformación social a través del arte, beneficiando a más de 1,000 personasprovenientes de San Antonio de Guerra, Bayaguana, Monte Plata y comunidades aledañas. El proyecto no solo promueve la educación musical, sino que también apunta a consolidar la cohesión social, la disciplina y el talento juvenil en zonas donde históricamente han faltado espacios de formación artística.
Música que transforma: Una inversión en el futuro
La nueva infraestructura se integra a una visión más amplia que apuesta por el arte como motor de inclusión y desarrollo sostenible. Durante la ceremonia de inauguración, en la que participaron autoridades locales, representantes de AES Dominicana, bomberos y líderes comunitarios, se enfatizó el valor del acceso a la educación cultural como un derecho y una necesidad urgente en muchas comunidades marginadas.
“En AES Dominicana estamos convencidos de que la energía más poderosa que podemos generar es la que transforma vidas”, afirmó Alda Reyes, vocera de la Fundación. “Esta escuela representa un legado cultural que permanecerá en el tiempo y continuará impactando positivamente a las presentes y futuras generaciones”.
Un modelo de responsabilidad social sostenible
La Fundación AES Dominicana ha articulado su acción filantrópica en torno a un modelo que va más allá de la ayuda puntual. Su enfoque integra medioambiente, cultura, economía naranja, emprendimiento y respuesta a desastres naturales, con la intención de generar impactos duraderos y sistémicos. Esta escuela de música, en particular, se inscribe dentro de una estrategia que entiende la cultura no como ornamento, sino como una herramienta de desarrollo humano integral.
La entrega de esta escuela al Cuerpo de Bomberos también simboliza un reconocimiento al rol de estas instituciones no solo como guardianes de la seguridad física, sino como actores fundamentales en la construcción de ciudadanía y tejido comunitario.
La música como lenguaje común
Con instrumentos, aulas, maestros capacitados y un programa de formación sistemático, la escuela abrirá sus puertas con la meta de fomentar valores como el respeto, la constancia y la creatividad en los jóvenes de la zona. Se espera que, a través de recitales, bandas y talleres comunitarios, este centro se convierta en un espacio vivo de encuentro y expresión cultural.
Epílogo: Cultura que enciende comunidades
La apuesta de la Fundación AES Dominicana por la música y el arte en el municipio de Guerra no solo es un gesto de filantropía, sino una declaración de principios: que las comunidades más vulnerables también merecen acceso al arte, y que la cultura puede ser una chispa poderosa para encender procesos de cambio profundo.