Santo Domingo, mayo de 2025 — En República Dominicana, mayo es un mes de celebración para honrar a las madres. Pero más allá de los homenajes públicos, regalos o frases emotivas, este mes ofrece una oportunidad crucial para reflexionar sobre un aspecto frecuentemente descuidado por muchas mujeres: su propio bienestar físico y emocional. En ese contexto, el ejercicio físico se revela no solo como una práctica saludable, sino como un acto poderoso de autocuidado.
La maternidad, especialmente durante los primeros años, suele estar marcada por la falta de sueño, las jornadas interminables y una entrega total a las necesidades de los hijos. En medio de ese panorama, el cuerpo y la mente de muchas mujeres quedan relegados a un segundo plano. Sin embargo, diversos estudios y especialistas coinciden: moverse es sanar, reconstruir y reconectar.
Moverse para cuidarse
“El ejercicio, en especial para las madres, no debe verse como una obligación estética, sino como una herramienta vital para equilibrar el estrés, la ansiedad y la fatiga”, afirma Adrián Godinez, director de Fitness del club atlético Body Shop. Desde su experiencia como entrenador y padre, Godinez ha trabajado con decenas de mujeres que, con apenas 15 minutos diarios, han logrado cambios significativos en su salud física y mental.
Según explica, cuando una madre camina, baila o realiza una breve rutina de estiramientos, no solo activa su sistema circulatorio o mejora su resistencia. También genera endorfina, una hormona asociada a la felicidad, y regula el cortisol, la hormona del estrés. “Moverse es una forma silenciosa de recuperar la energía emocional que se va drenando en el día a día”, puntualiza.
La ciencia lo confirma
Diversas investigaciones respaldan lo dicho por Godinez. Un estudio publicado por la Revista de Psicología Clínica y de la Salud reveló que mujeres que mantuvieron actividad física durante el posparto experimentaron una reducción del 40% en los síntomas de depresión leve a moderada. El mismo informe sugiere que incluso 10 minutos diarios de movimiento consciente pueden generar mejoras en el sueño, la percepción corporal y el humor general.
Estrategias para madres sin tiempo
Entendiendo que muchas madres no tienen acceso a gimnasios, ni cuentan con espacios amplios o tiempos prolongados, Godinez propone una serie de acciones prácticas, sostenibles y accesibles:
• Micro-rutinas de movimiento: tres sesiones semanales de 10 minutos pueden ser más efectivas que una larga y esporádica.
• Ejercicio con el bebé: actividades como sentadillas, estiramientos o incluso bailes suaves cargando al niño no solo fortalecen músculos, también refuerzan el vínculo afectivo.
• Uso de la casa como gimnasio: una esterilla, una silla y la voluntad de moverse bastan para activar el cuerpo. No se requieren pesas ni máquinas sofisticadas.
• Reconvertir tareas cotidianas: caminar al supermercado, subir escaleras o jugar activamente con los hijos pueden convertirse en ejercicios funcionales si se hacen con intención.
“El cuerpo no necesita perfección, necesita movimiento constante. Y cuando una madre se mueve, su bienestar también se pone en marcha”, subraya Godinez.
Cuidarse para cuidar mejor
La narrativa cultural que exalta a la “madre sacrificada” ha hecho que muchas mujeres sientan culpa por dedicar tiempo a sí mismas. Sin embargo, esa narrativa está siendo desafiada por una nueva generación de madres que entiende que cuidarse no es un lujo, sino una necesidad para cuidar mejor a otros.
Rosmery Pérez, madre de dos niños y participante del programa “Wellness Mamá” de Body Shop, lo confirma: “Al principio sentía que si me tomaba 20 minutos para ejercitarme era tiempo que le robaba a mis hijos. Hoy entiendo que esos 20 minutos me devuelven a una versión de mí misma con más energía, paciencia y alegría para estar con ellos”.
Una visión empresarial con propósito
Body Shop, pionero en la creación de clubes atléticos en República Dominicana, ha abrazado la filosofía del bienestar integral como un pilar de su identidad. Con seis sedes en todo el país y un equipo de más de 400 colaboradores, la empresa promueve programas dirigidos especialmente a mujeres en etapa de maternidad, con rutinas adaptadas, entrenadores certificados y apoyo emocional.
“Nuestra meta no es formar atletas, sino acompañar a personas reales, con vidas reales, en el proceso de reconectar con su cuerpo y su salud”, afirma Godinez.
En un mundo donde ser madre implica desafíos diarios de tiempo, energía y autovaloración, el ejercicio emerge como un recurso transformador y accesible. No se trata de metas físicas ni de cuerpos ideales, sino de cultivar la vitalidad, la autoestima y la alegría necesarias para sostener una maternidad saludable.
Mayo, más allá de flores y mensajes afectivos, puede ser un llamado poderoso a mirar a las madres con una nueva lente: la de su derecho al bienestar. Y moverse, en todas sus formas, puede ser el primer paso hacia esa conquista.